Cuando viajas, comer no es solo una necesidad… es parte de la experiencia. Y en Calatayud, si algo sabemos hacer bien, es eso: comer rico y con producto de la tierra.
Sabores que cuentan historias
Desde unas buenas migas a la pastora hasta un contundente plato de garbanzos con congrio, aquí la cocina tiene raíces. Son recetas que pasan de generación en generación y que siguen vivas gracias a los pequeños productores, a los cocineros que valoran lo de casa y a ti, que apuestas por comer con sentido.
¿Qué no te puedes perder?
Ternasco de Aragón: jugoso, tierno y con ese sabor que solo da el buen hacer de siempre.
Migas tradicionales: con uva, huevo o chorizo… cada casa tiene su forma, pero todas están buenísimas.
Garbanzos con congrio seco: un plato humilde con mucho sabor y mucha historia.
Frutas y hortalizas de la ribera: tomate, melocotón, cereza… depende de la temporada, pero siempre de calidad.
Embutidos artesanos y quesos locales: si te gusta el picoteo, aquí vas a disfrutar.
Vinos con DO Calatayud: tintos potentes y blancos con personalidad, perfectos para acompañar cualquier comida.
En el restaurante del Hotel Fornos, cocina de verdad
Aquí cocinamos con cariño y con producto local. Apostamos por platos caseros, menús sencillos pero sabrosos y ese trato cercano que te hace sentir como en casa. Si vienes con hambre, saldrás con una sonrisa.
Comer bien es parte del viaje
Apoyar lo local, probar nuevos sabores, sentarte sin prisa a la mesa… Todo eso también es turismo. Si pasas por Calatayud, déjate llevar por el paladar. Y si quieres recomendaciones, te las damos encantados.
